En pleno 2025, el ring del marketing enfrenta a dos pesos pesados: la landing page ultrafocalizada y la página de inicio multitarea. No es cine: uno busca cerrar la venta en segundos y el otro quiere contar tu historia sin ahogar al visitante.
En cifras: una landing bien diseñada suele aumentar conversiones porque elimina distracciones; la home brilla en retención y SEO. La clave es medir: no hay un campeón absoluto, sino el mejor según intención y canal.
Usa landings cuando lances campañas pagadas, promociones o descargables: mensaje único, CTA claro, formulario mínimo. Consejo rápido: elimina navegación, reduce campos y prueba un titular orientado a la acción —menos palabras, más clicks.
Confía en la home para tráfico orgánico, primeras visitas y usuarios que exploran. Optimiza velocidad, navegación y puntos de entrada segmentados. Añade micro-CTAs contextuales y prueba rutas personalizadas según fuente de tráfico.
¿Y si no quieres elegir? Implementa tests A/B, redirecciones inteligentes por UTM y contenido dinámico. En 2025, la personalización y la velocidad ganan: una landing lenta no convierte ni con magia, y una home confusa tampoco.
Para decidir hoy: define objetivo, mide por canal, prioriza velocidad y reduce fricción. Si tienes duda, crea una landing para la campaña y dirige el tráfico orgánico a la home optimizada. Resultado: más datos, menos suposiciones, y ventas reales.
En 30 segundos: decide si una landing te salva la campaña o si vas a gastar tiempo en algo que no convierte. Piensa en un objetivo limpio —captar emails, vender un producto concreto o validar una oferta— y en una acción única que quieras que haga el usuario. Si eso existe, la landing tiene sentido; si tu objetivo es conversación, branding o dirigir tráfico a varios destinos, respira y no la armes aún.
No uses una landing cuando tu funnel requiere varias interacciones, cuando el público aún no conoce tu marca o cuando la oferta es demasiado compleja para explicarse en una sola pantalla. En esos casos mejor crea contenido educativo, secuencias de email o páginas de producto ricas que soporten exploración y comparación. Evita landings por capricho; su poder está en la simplicidad y la métricas claras.
Acción rápida: define objetivo, elige una métrica (CPL, CR, CAC) y fija una sola llamada a la acción. Si cumple eso, construye una landing mínima, prueba 2 titulares y una oferta, y analiza 100 conversiones antes de decidir escalar. ¿Necesitas plantillas o una revisión express? Pide un diagnóstico corto y conviértelo en números, no en suposiciones.
Aplica la ley 80/20 a tu landing: el 20% de los elementos generan el 80% de las conversiones. Olvida el diseño complejo y céntrate en cinco bloques probados que funcionan incluso sin diseñador. La clave es claridad, formato vertical (móvil primero) y un hilo conductor visual que lleve al visitante desde la promesa hasta la acción en segundos.
1. Hero claro: titular directo que resuelve un problema concreto + subtítulo que expande la promesa en una línea. Usa una imagen o mockup simple que muestre el resultado, no la decoración. 2. Beneficio rápido: tres bullets o micro-frases que expliquen «qué gano» y a quién está dirigido; acompáñalo con iconos sencillos o emojis para escanear visualmente.
3. Prueba social compacta: uno o dos testimonios cortos con nombre y dato medible (ahorros, tiempo, %). 4. Característica diferencial: un bloque que contraste tu ventaja frente a la alternativa, con micro-evidencia (captura, número o sello). 5. CTA y forma mínima: un único llamado a la acción fuerte y un formulario de máximo 2 campos; si vendes, oferta + garantía + urgencia pequeña funcionan mejor que 10 opciones.
Implementa rápido: copia la estructura, prueba variantes A/B del titular y la imagen, mide clicks y tasa de envío. Prioriza velocidad y legibilidad —fuente grande, contraste elevado y carga en menos de 2s—. Si quieres, comienza con plantillas gratuitas y sustitúyelas con pruebas reales; verás que con estos cinco bloques la mayoría de tus conversiones aparecerán sin contratar diseñador.
LinkedIn puede ser una mina de leads... y también una fábrica de CPLs altos si no controlas el viaje del usuario. Cuando un anuncio lleva a una landing pensada para esa audiencia, la tasa de conversión sube y el CPL baja casi de inmediato. ¿La clave? Congruencia: el mensaje del anuncio, la propuesta en la página y el próximo paso deben hablar el mismo idioma; menos ruido, más claridad y una carga rápida que no deje escapar a quien ya mostró interés.
Empieza por lo práctico: titula la landing con lo mismo que prometes en el anuncio, usa una sola oferta clara y un formulario mínimo (dos o tres campos, salvo que el negocio pida más). Añade prueba social compacta —logos, una frase de cliente o un número— y un CTA que describa la acción, no un genérico “Enviar”. Ofrece una microconversión (checklist, plantilla, demo rápida) para captar leads calientes sin pedir todo el calendario desde el primer clic.
No te fíes de la intuición: testea. Lanza dos creativos distintos, una landing y mide CTR, tasa de rebote y CPL. A/B testea el héroe, la longitud del formulario y la propuesta gratuita. Implementa retargeting con mensajes distintos para quienes visitaron pero no convirtieron: caso práctico, testimonio o un incentivo pequeño suelen empujar la decisión. Y etiqueta todo con UTMs para saber qué combinación realmente baja el costo.
Plan de 2 semanas que funciona: segmenta por cargo y tamaño, prueba “problema” vs “resultado” en dos anuncios, apunta a una landing con formulario corto y un lead magnet. Mide a diario, cambia lo que peor rinde y escala lo que baja el CPL. Sin trucos: solo congruencia, velocidad, pruebas y una página que convierta lo que el anuncio prometió.
Si quieres exprimir conversiones sin remover toda la página, prueba a pensar como un científico con prisas: hipótesis clara, variable única y datos reales. Esta checklist rápida de pruebas A/B está pensada para marcar prioridades en minutos y lanzar experimentos que realmente muevan la aguja —sí, hablamos de ese +20% que suena a mito pero es alcanzable.
Antes de pulsar "activar", fija tres cosas: métrica principal (conversión, lead, click), segmento (mobile/desktop, fuente de tráfico) y mínimo muestral para significancia. Junta tráfico suficiente en 1–2 semanas, evita cambios simultáneos y registra todo en una hoja. La velocidad importa, pero la rigurosidad es la que te salva del ruido.
Ideas rápidas para empezar:
Prioriza por impacto/efuerzo: comienza por lo que afecta a más usuarios con menos trabajo. Automatiza el cálculo de significancia y guarda cada experimento (hipótesis, resultado, aprendizaje). Si algo funciona, escálalo; si no, itera. Pequeños tests diarios + seguimiento disciplinado = mejoras acumuladas que, sí, pueden sumar ese famoso +20%.
Aleksandr Dolgopolov, 23 November 2025