Deja de imaginar el marketing como un ring donde sólo puede ganar uno: performance y marca no son rivales, son equipo. La receta es simple y menos dramática de lo que crees: diseña campañas con roles claros y metas compartidas para que cada euro trabaje doble jornada sin deshilachar tu presupuesto.
Empieza por una asignación flexible, no inamovible. Reserva un porcentaje pequeño y controlado para awareness (por ejemplo 20–30%) y optimiza el resto a conversiones; pero programa reglas que roten inversión si el CPA sube o el CPM baja. Esos umbrales automáticos evitan que el presupuesto se rompa cuando el mercado cambia.
En lo creativo y táctico, apuesta por bloques modulares: una pieza hero que construya recuerdo y versiones cortas con CTA para retargeting. Segmenta audiencias: amplia para alcance, intermedia para consideración y fina para cierre. Reusa activos, limita frecuencia y mezcla ubicaciones para exprimir cada impresión.
Mide con dos lentes: un KPI principal alineado al negocio (CPA, ROAS, LTV) y secundarios para marca (alcance, recall). Implementa pruebas de incrementabilidad y ventanas de atribución distintas por objetivo. Un dashboard que junte ambos mundos evita decisiones por silos y muestra el ROI real.
Tu mini-playbook: define prioridad, fija porcentajes iniciales, lanza un test de 2 semanas, automatiza reglas de re-balanceo y revisa semanalmente. Integra, prueba, ajusta: así ganarás alcance sin perder eficiencia, y al final el ROI te lo agradecerá.
La magia del 60/40 no está en seguirlo como dogma, sino en usarlo como lente práctica: 60% para performance que empuje resultados medibles, 40% para marca que construya demanda y reduzca costos a futuro. Piensa en ello como un dúo dinámico, no como rivales; uno cierra ventas hoy, el otro hace que esas ventas sean más baratas mañana.
En la práctica, asigna el 60% a tácticas de fondo de funnel (conversiones, retargeting, pruebas de creativos con objetivo CPA/ROAS) y el 40% a alcance y recuerdo (video, branding y contenidos que escalan). Mide en plazos: ciclos de 2–4 semanas para optimizar performance y reportes mensuales para observar cómo la marca reduce fricción y mejora métricas de eficiencia.
Si quieres acelerar esa combinación sin perder tiempo probando todo desde cero, explora opciones como mejor Facebook servicio de marketing para montar tests rápidos: campañas de alcance que alimentan audiencias y conversiones que capitalizan ese interés.
No te cases con la proporción: arranca 60/40, mide, ajusta. Con creatividad que cuente historias y performance que cierre, el ROI deja de ser una pelea y se vuelve una suma inteligente.
La creatividad híbrida no es reciclar anuncios: es orquestar una idea central que actúa como brújula creativa. Piensa en una frase, un tono y una emoción ligados a una sola promesa. Desde ahí diseñas piezas que cuentan la misma historia con ritmo distinto: brand-building para recordar y performance para accionar con intención.
Empieza por un 'hero asset' —un video o un visual potente— que encapsule la promesa. A partir de él extraes hooks de 3s, variantes de 6s y 15s, carruseles, shorts y banners. Así reduces costos de producción y mantienes coherencia, logrando alcance de calidad sin perder capacidad de conversión ni velocidad de prueba.
Algunas reglas prácticas: asegura un primer hook brutal, repite el motivo visual para reconocimiento, usa copy modular que puedas cortar y pegar según formato, y optimiza thumbnails como si fueran pequeños anuncios independientes. Reusa assets: un buen claim puede vivir en 30 formatos distintos y seguir siendo memorable.
Mide con métricas compartidas: no trabajes con KPIs aislados. Combina brand lift, recuerdo y CTRs para entender el impacto a largo plazo; al mismo tiempo sigue CPA y ROAS para saber si la máquina convierte hoy. Experimenta con A/B de formato, no solo de mensaje, y prioriza iteraciones rápidas basadas en datos.
Al final, una sola idea bien ejecutada rinde más que diez desperdigadas. Define la idea, crea el hero, corta assets, testea y escala lo que funcione: así lograrás construir preferencia mientras reduces coste por conversión. ¿Listo para ensamblar creatividad que construye y convierte?
Deja de mirar a marca y performance como enemigos; piensa en un tablero donde habitan juntos y se retroalimentan. Empieza por separar métricas por rol: unas generan demanda y afinidad, otras convierten esa demanda en ingresos. Si las presentas lado a lado, la discusión cambia de “qué ganamos hoy” a “cómo optimizamos mañana”.
KPIs de marca que no pueden faltar: lift en búsquedas de marca, recuerdo publicitario post-exposición, engagement rate y VTR (view-through rate) en campañas de alcance. KPIs de performance: CPA, ROAS, tasa de conversión y LTV por cohorte. Normaliza todo a una escala común (por ejemplo, índices 0–100 o impacto en ingresos) para evitar peleas de interpretación.
Diseña el tablero con capas: indicadores leading (impresiones, VTR, búsquedas), lagging (ventas, ROAS) y guardrails (CPM máximo, pérdida de frecuencia). Segmenta por audiencia y por ventana de atribución, y añade filtros por creatividad para ver qué mensajes impulsan ambas familias de KPIs.
Acción rápida: 1) monta un score combinado (peso 60/40 performance/marca o según tu ciclo de venta), 2) corre un test de 30 días midiendo incrementos incrementales y 3) usa alertas para cuando un lado suba y el otro caiga. Verás que, en un mismo tablero, la paz rinde más ROI que la guerra.
Piensa en la campaña como una obra en tres actos donde cada escena le pasa información a la siguiente: el público que conociste en el acto 1 alimenta la demanda del acto 2, y los que mostraron interés vuelven a escena para el cierre en el acto 3. Si los actos trabajan aislados, estás pagando entradas y nadie aplaude.
Cómo orquestarlo: define un píxel/ID compartido, segmenta audiencias (24h/7d/30d), asigna presupuesto en cascada (30/50/20) y prioriza creativos que pierdan rendimiento: rota assets del acto 1 al 2 con nuevas llamadas a la acción. Automatiza reglas para subir pujas cuando una audiencia pasa de interés a intención y usa lookalikes basados en los mejores convertidores.
Mide con KPIs sencillos: CPT en awareness, CTR y CPL en demanda, ROAS y tasa de cierre en remarketing. Lanza experimentos de 2 semanas, aprende rápido y redistribuye presupuesto según el feed de datos —verás cómo performance y marca dejan de pelear y empiezan a multiplicar tu ROI.
Aleksandr Dolgopolov, 13 November 2025