Que rendimiento y marca estén peleados es un mito que sigue haciendo perder dinero y creatividad a muchas compañías. No se trata de elegir entre la novia bonita (brand) o el ahorrador de la casa (performance): son aliados con papeles distintos. Con buena estrategia, ambos empujan el mismo coche y hasta ayudan a amortizar la inversión publicitaria.
La magia ocurre cuando dejas de pensar en compartimentos estancos y diseñas campañas 2x1: un mismo vuelo creativo que genere recuerdo mientras optimiza conversiones. ¿Quieres probar un mix que funcione rápido? Mira soluciones que aumenten la señal social del embudo, por ejemplo seguidores con descuento, y observa cómo suben tanto impresiones útiles como CTRs.
En lo práctico, alinea KPI compartidos: además del CPA o CAC, mide brand lift, recuerdo y LTV por cohorte. Monta tests con grupos de control, cambia solo una variable creativa y mira la cascada: ¿mejora la conversión directa? ¿aumenta la intención de compra? Documenta y repite: la iteración corta el tiempo entre aprendizaje y escala.
Operativamente, usa learnings de performance para alimentar formato de marca (y no al revés). Extrae los creativos que convierten en anuncios cortos y dale a la marca versiones más largas y contextuales. Controla frecuencia, mezcla alcance + retargeting y reserva presupuesto para experimentos; no es magia, es ingeniería creativa y media planning.
Si quieres que CFO y CMO sonrían, empieza con tres pasos: Define KPI: comparte métricas económicas y de marca; Prueba rápido: experimentos con tamaños de muestra claros; Escala con guardrails: replica lo que funciona sin perder coherencia creativa. Resultado: menos peleas, más ventas y una marca que aguanta el tiempo.
Convencer a finanzas y a marketing requiere un idioma común. Empieza por traducir objetivos corporativos a tres capas: objetivo estratégico (crecimiento, margen, retención), señales tácticas (búsquedas de marca, CTR, view-throughs) y KPIs transaccionales (CAC, CPA, ROAS, LTV). Si cada señal tiene un dueño y una ventana temporal clara, desaparece la ambigüedad y nace la colaboración.
Define señales que sean rápidas y accionables: brand lift en búsquedas y view-through rate para medir memoria; engagement y play rate para evaluar creatividad; clicks y conversiones asistidas para performance. Señales leading permiten ajustar creative y placement antes de que los KPIs financieros muestren el impacto real. Piensa en señales como termómetros, no como sentencias finales.
Convierte señales en KPIs compartidos. Propón un North Star conjunto —por ejemplo, "ingreso incremental atribuido + salud de marca"— y acompáñalo con guardrails: un umbral de CAC máximo, una meta de uplift de búsqueda y un objetivo de VTR. Establece frecuencia de reporte y reglas de acción: si la señal de brand lift sube X% y CAC sube menos de Y%, escalar presupuesto de awareness; si la view-through cae, pausar creativos A/B.
En la práctica de una campaña 2x1 monta dos caminos: creativos optimizados para recuerdo y creativos para conversión, ambos monitorizados en un dashboard unificado. Implementa experimentos cortos, atribución por ventanas móviles y cohortes para ver el verdadero incremental. Resultado: decisiones rápidas, presupuesto dinámico y un CFO y un CMO que finalmente hablan el mismo idioma.
Para que tu campaña haga el famoso 2x1 es clave pensar la creatividad como una sola maquinaria: piezas que cierren ventas hoy y que, al mismo tiempo, siembren reconocimiento para mañana. No se trata de elegir entre impacto inmediato o recuerdo de marca, sino de diseñar activos con doble vida que hablen al cerebro racional y al emocional.
Organiza la producción por etapas del funnel pero comparte elementos visuales y narrativos que unan todas las piezas. Una guía rápida de piezas por fase:
Acción práctica: lanza 3 creativos por fase, mide conversiones y memorabilidad, y asigna presupuesto que permita iterar rápido. Mantén una firma de marca constante (color, logo, tono) para que incluso los anuncios de performance alimenten el recuerdo. Así tu CMO celebra la construcción de marca y tu CFO celebra el ROI: una receta creativa que vende hoy y construye mañana.
El presupuesto es un cuchillo de doble filo: si lo giras solo hacia performance tendrás el reporte feliz y la marca pálida; si lo inviertes todo en branding, las ventas se preguntarán qué pasó el mes pasado. La magia está en diseñar partidas que compitan en equipo, no en guerra. Piensa en el presupuesto como una orquesta: cada sección tiene su solo, pero juntas crean la pieza que todos recuerdan y compran.
Empieza por mapear la ventana de impacto: las campañas de performance exhiben resultados rápidos y medibles, la marca se construye con latente acumulativa. Una regla práctica para experimentar es partir con 60/40 (performance/brand) si necesitas ventas inmediatas, o 40/60 si el objetivo es primar recuerdo y consideración a mediano plazo. Reserva siempre un 10% para pruebas A/B y aprendizaje incremental: sin datos no se negocia con el CFO.
Pon en marcha tácticas que protejan ambos mundos: establece una base de alcance de marca constante, alterna ráfagas de performance con creativos que remitan a ese recuerdo, usa frequency caps y rotación creativa para no fatigar audiencias y ajusta ventanas de atribución para que el ROAS no se coma el crédito del brand lift. Mide con cohortes o pruebas holdout para saber si la inversión de marca realmente incrementa conversiones a largo plazo.
Si quieres acelerar sin pelear con finanzas, automatiza reglas de presupuesto por rendimiento, define KPIs compartidos (ROAS + VE: valor de recuerdo) y prueba incrementos graduales. Para armar ejecuciones rápidas y fiables, visita proveedor SMM y monta tu primera campaña 2x1 que deje sonriendo al CFO y al CMO.
No hace falta un año para ver movimiento: en los primeros 30 días define 3 segmentos accionables (usuarios fríos, recuperables y clientes recurrentes). Prioriza uno y asigna KPIs claros: CPA para el frío, tasa de reactivación para recuperables, y LTV estimado para recurrentes. ¿Regla rápida? 70/30 en tráfico a test vs control.
La medición es tu contrato con el CFO: instrumenta eventos críticos, valida conversiones con logs y activa UTM + eventos server-side. Implementa un experimento simple de incrementabilidad: apaga geos y compara; si el lift supera el coste, hay negocio. Documenta hipótesis antes de lanzar.
Optimiza en bloques semanales: rota creativos, testa mensajes de beneficio vs emocionales, y ajusta pujas por segmento. Si un creativo rinde 20% mejor en un segmento, sube presupuesto en tramos del 15% para evitar volatilidad. Mantén una matriz clara de creatividad x segmento para no perder tiempo en conjeturas.
Al día 60-90 escala ganadores mientras proteges marca: mantiene un mínimo de inversión en branding para que la performance no canibalice recuerdo. Establece guardrails financieros (CPA máximo, ROAS objetivo) y cualitativos (viewability, ad recall). Reúnete cada dos semanas con finanzas para traducir lifts en flujo de caja.
Checklist rápido: 1) 3 segmentos priorizados; 2) tracking verificado; 3) experimento de incrementabilidad activo; 4) cadencia de optimización semanal; 5) reglas de escala. Con esa disciplina en 90 días conviertes pruebas en palancas que tanto el CFO como la CMO podrán celebrar.
Aleksandr Dolgopolov, 09 November 2025