Si sigues entregando la mayor parte del presupuesto a los grandes ecosistemas, estás pagando la prima por la competencia y perdiéndote audiencias más baratas y convertidoras. La buena noticia: no hace falta reinventar la rueda ni quemar el funnel; basta con diversificar con criterio para mejorar el ROAS sin dramas.
Empieza como todo buen experimento: asigna un 10–20% del presupuesto a canales alternativos, crea una versión acortada de tu mejor creativo y mide conversiones reales (no solo clics). En redes y mercados de nicho la CPAs suelen bajar porque la competencia es menor y la intención puede ser más clara. Además, combinar tráfico barato con remarketing en tu canal principal multiplica el impacto.
Pon en práctica estas tácticas rápidas:
¿Qué canales arrancar primero? Telegram y YouTube suelen dar un tráfico con intención informativa; LinkedIn funciona de maravilla para B2B; Avito o marketplaces locales convierten increíble en ventas directas. Cada plataforma exige un ajuste creativo —el mismo video no funciona igual en todos lados— así que adapta formato y mensaje.
No esperes milagros: prueba rápido, corta lo que no funciona y escala lo que rinde. Si optimizas con disciplina —pequeños tests, métricas claras y reallocación semanal— verás cómo el ROAS sube en serio y tus ventas dejan de depender de un par de gigantes.
Dejar de poner todos los huevos en Meta o Google empieza por mapear objetivos claros: ¿quieres ventas directas, awareness o leads cualificados? Piensa en tu nicho —productos locales, SaaS, contenido creator— y empareja el canal que mejor habla ese idioma. No se trata de abandonar lo conocido, sino de diversificar con propósito: cada red tiene su tono, su coste por acción y su audiencia «disponible» para comprar o compartir.
Prueba estas combinaciones rápidas para empezar a medir resultados sin quemar presupuesto:
Cómo testear en 3 pasos: 1) inicia con audiencias pequeñas y creativos A/B (3 mensajes por red), 2) fija una métrica clara por objetivo (CPA, CPL, CTR o tiempo en canal) y 3) escala solo las combinaciones que mejor ROAS entreguen en la fase de prueba. Recuerda asignar al menos 2 semanas por experimento y medir más allá de clics —conversión asistida y LTV importan.
No hace falta volverse omnicanal de un día para otro: elige 2 redes complementarias (una para captar, otra para retener), optimiza creativos según formato y repite. Si lo haces bien, esas redes «menos populares» empezarán a robarte ventas... a tu competencia.
Olvida la creencia de que solo los heavyweights mueven ventas: los formatos que respetan el contexto del usuario aceleran decisiones. Si quieres cortar el ruido, apuesta por creativos que se sientan nativos, por audio que susurre la propuesta y por push que interrumpa en el momento justo. No se trata solo de creatividad: es diseño para el formato.
Para arrancar rápido, prioriza estos ganadores:
Acciones concretas: prueba variaciones A/B de titular en nativo, mide completion rates en CTV y usa eventos de escucha para optimizar audio. En push, combina geotargeting y time windows y pon frequency caps para no quemar audiencia. KPI recomendados: CTR nativo, completions CTV, tasa de escucha del audio y CR por push. Testea con budgets pequeños, itera creativos ganadores y escala lo que muestre ROAS real.
¿Cuánto deberías pagar por impresión, clic o conversión antes de que empiece el robo a mano armada? Antes de mover presupuesto fuera de Meta o Google, define tus benchmarks: CPM para medir alcance efectivo, CPC para evaluar interés y CPA para saber si la venta compensa. Sin referencias claras todo dato parece barato… hasta que sumas facturas.
Empieza con tests micro: 3–5 creativos por red, runs de 48–72 h con presupuestos pequeños y segmentación estrecha. No busques promedios absolutos: compara inventarios similares (video vs imagen, móvil vs desktop) y calcula variaciones. Como regla práctica orientativa: CPM social nativo €1–6, CPC €0.05–0.60 y CPA ideal por debajo del 30% del margen de contribución. Ajusta según ticket medio y objetivo de margen.
Acción rápida: automatiza alertas por desviación (>25%), segmenta por dispositivo y hora, y mueve pruebas a redes alternativas cuando los benchmarks estén mejores y el ROAS suba. No es glamour, es matemática: si tu coste por objetivo no encaja, cambia de ecosistema antes de pagar el impuesto de las plataformas gigantes.
Piensa en tu stack publicitario como una banda: cada canal toca un instrumento distinto. En lugar de volcar todo a un solo solo (Meta o Google), monta una sección rítmica de pruebas con presupuestos pequeños y KPIs claros: CPA, CTR y tasa de conversión. Empieza con pilotos de 7-14 días, aprende rápido y elimina lo que no aporta conversiones reales.
Construye tres buckets: Exploración: micro inversiones en redes de bajo CPC para descubrir audiencias; Escala: mover presupuesto hacia canales que demuestren ROAS positivo; Sostenimiento: retargeting, email y CRM para exprimir LTV. Instrumenta UTMs y una tabla simple de atribución que te permita comparar manzanas con manzanas entre plataformas.
Reglas accionables: 1. Testea tres creatividades por canal y descarta las que tienen CTR o conversión por debajo del 20% del mejor. 2. Limita la frecuencia para evitar desgaste creativo; cambia formatos antes de subir más presupuesto. 3. Escala ganadores de forma gradual (mejor +15-30% semanal) y automatiza pausas cuando el CPA exceda el umbral aceptable. Aplica pruebas incrementales para medir lift real.
La mezcla ideal cambia según producto y ciclo de venta, así que adopta una mentalidad experimental: pequeños bets, métricas por cohorte y rotación creativa constante. No temas incluir redes alternativas como TikTok, Reddit o Wibes en tu mezcla: a menudo dan tráfico barato que, bien trabajado con retargeting y creatividad sólida, transforma prospectos en ventas. Deja que los datos decidan dónde poner el siguiente euro.
Aleksandr Dolgopolov, 09 December 2025