Si la gente no ve más, no existe. La primera línea es esa pequeñísima ventana que aparece antes del Ver más: decide en segundos si alguien hace clic o sigue scrolleando. No es magia, es psicología aplicada: curiosidad, sorpresa y una promesa concreta que corte la inercia del feed.
Escribe con intención. Rompe expectativas con un dato inesperado, una pregunta que pincha o una confesión incómoda. Prueba arranques como: 3 errores que te cuestan clientes: — Te voy a confesar algo: — ¿Sabías que esto pasa con tu CV? Coloca la idea potente sin rodeos y deja que el cuerpo del post entregue la recompensa.
Formatea para la vista rápida: 100-140 caracteres, verbo al inicio y palabra clave en la primera mitad. Evita saludos y preámbulos eternos. Si usas números funcionan; la contradicción funciona también. Mantén el ritmo, usa una coma estratégica y reserva el resto para resolver la promesa que acabas de abrir.
Mide y mejora. Publica tres variantes del mismo post en días distintos y compara señales: interacción en la primera hora, comentarios y la proporción me gusta/impresiones. Cambia solo la primera línea para aislar el efecto. Repite la versión ganadora y adapta el cierre según la conversación que genere.
Checklist rápido antes de publicar: 1) Gancho claro y específico; 2) Promesa real de valor; 3) Hueco por llenar que obliga a pulsar Ver más; 4) Tono humano que invite a responder. Si cumples los cuatro, no necesitarás suerte: harás que la gente haga clic por pura curiosidad.
Si tu primer línea suena a gancho comercial, el resto del post tiene que trabajar el doble. En B2B la gente no compra titulares brillantes: reacciona a conversaciones que parecen escritas por otra persona, no por una hoja de ventas. La buena noticia: puedes escribir así con fórmulas simples y repetibles.
Prueba estas estructuras como base y adáptalas al tono de tu nicho. Fórmula curiosidad: Empieza con un pequeño conflicto real que tu público reconoce. Ejemplo: "Cuando el informe mensual falla, nadie culpa al equipo; culpan al proceso". Fórmula humana: Abre con una emoción o error propio. Ejemplo: "Confesión: yo también subestimé este KPI hasta que rompió un cliente". Fórmula utilidad directa: Promete un resultado concreto sin jerga. Ejemplo: "Cómo reducir un 30% el tiempo de cierre sin más reuniones".
La magia está en los detalles: sustituye palabras grandilocuentes por situaciones específicas (nombres de roles, números, tiempos). Evita clichés como "transformar" o "sinergia". Añade una pequeña fricción real —un inconveniente que el lector ya conoce— y ofrece una señal de que lo que sigue es práctico, no aspiracional.
Acción rápida: escribe un post con cualquiera de las tres fórmulas y pide feedback a un colega que no venda nada. Si suena natural en voz alta, funcionara en los feeds. Repite, afina y veras como los clics dejan de ser suerte y pasan a ser intención.
En LinkedIn no basta con ser interesante: necesitas palabras que disparen una micro-decisión: hacer clic. Esas palabras son atajos emocionales; generan curiosidad, prometen utilidad o activan una urgencia social sutil. Cambiar "mi experiencia" por "5 lecciones que usan los headhunters" no es cosmética: es la diferencia entre pasar desapercibido y provocar una reacción.
Prioriza palabras concretas: números, "cómo", "por qué", "ahora", "secreto", "gratis", "último", "sin". Prueba combinaciones cortas como "Cómo conseguir entrevistas en 30 días" o "3 errores que matan tu perfil". Si quieres recursos para experimentar rápido, mira este eficaz Instagram plan de crecimiento — la mentalidad de prueba A/B es lo que realmente multiplica clics.
Fórmulas que funcionan en titulares: "Número + Beneficio" (ej. "7 mensajes que obtienen respuesta"), "Cómo X sin Y" ("Cómo conseguir clientes sin frío"), "Lo que nadie te dice sobre X" (intriga) y "Esto vs Aquello" (contraste). Empieza con un verbo potente: Descubre, Evita, Consigue, Rompe. Luego, cumple la promesa en la primera frase del post.
Checklist rápido para aumentar CTR: acorta el titular, usa cifras concretas, añade un verbo de acción y plantea un coste o ventaja clara ("sin presupuesto", "en 7 días"). No temas probar lenguaje conversacional: LinkedIn es humano. Cambia una palabra del título hoy, mide el CTR y repite lo que funciona.
La mayoría de los posts ni siquiera llegan al primer clic porque la primera línea suena a nota de prensa o a resumen académico. Si no despiertas curiosidad o beneficio en la primera frase, LinkedIn no tiene que adivinar por qué debería mostrar tu contenido. Solución rápida: abre con una promesa clara, una cifra o una pregunta incómoda y corta: menos de 15 palabras.
Otro asesino silencioso es la disonancia entre imagen y texto. Miniatura genérica, título potente: desastre. Usa rostros, contraste alto y texto grande si quieres que se vea en móvil. Evita el exceso de auto‑promoción en la previsualización; la expectativa equivocada genera rebote. Y recuerda: un solo CTA concreto vence a tres vagos.
Hablarle a "todos" tampoco funciona: segmentar importa. Nombra el rol, el sector o el problema en la apertura para que quien lo sufre se identifique y haga clic. Evita etiquetas irrelevantes y descripciones largas que vienen antes del valor. Si quieres probar cómo cambia la dinámica con tracción externa, prueba garantizado Twitter impulso de crecimiento y compara métricas, no sensaciones.
Checklist express para salvar un post: 1) Primera línea con beneficio; 2) Imagen que confirma el mensaje; 3) Público nombrado; 4) Un CTA único. Corrige estos errores y verás que el verdadero disparador de clics no es misterio: es claridad bien ejecutada.
Si tienes 15 segundos para capturar a alguien en LinkedIn, olvida la explicación técnica: lo que realmente dispara clics es un gancho que active emoción y curiosidad. Esta mini-plantilla está pensada para que escribas ese primer texto que obliga a parar el scroll. Rápida, directa y útil para posts, vídeos y titulares.
Estructura práctica (15s): [Audiencia + Dolor] + [Promesa concreta] + [Prueba rápida] + [CTA claro]. Ejemplo completo: Community managers: si pierdes clientes por mensajes fríos, duplica tus respuestas en 7 días — yo lo logré con este script — comenta 'quiero' y te lo paso. Úsalo como plantilla y adapta el lenguaje a tu voz.
Consejos para que funcione: empieza con un verbo o una palabra dirigida a tu audiencia, pon un número y un plazo concreto, añade una micro-prueba (resultado, caso, dato) y termina con un CTA corto. Evita vaguedades y jerga corporativa: la claridad vence a la creatividad elegante cuando tienes solo 15 segundos.
Cómo practicarlo: escribe 3 variaciones en 15 minutos, léelas en voz alta y descarta la que no puedas leer en 15 segundos exactos. Publica la versión que genere más comentarios la primera hora y repite la fórmula. Pequeños tests rápidos = grandes mejoras en clics.
06 November 2025