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Email marketing no está muerto lo estás haciendo mal (y así se arregla)

Del bostezo al clic: escribe asuntos que nadie puede ignorar

Tu asunto es la primera broma que cuentas en una fiesta: si no genera sonrisa o curiosidad, nadie se queda. Cambia el "Boletín semanal" por una puerta que invite a entrar: usa un beneficio claro, un disparador emocional y, si puedes, un toque personal. Piénsalo como un pequeño experimento social cada vez que haces clic en enviar.

Prueba fórmulas que funcionan: Curiosidad (No creerás lo que encontramos sobre X), Beneficio + número (5 trucos para ahorrar 10% hoy), Personalización (María, este truco te sirve) y Urgencia (Últimas 24 horas para...). Ejemplos rápidos: Tu reporte de crecimiento en 3 pasos, Solo para suscriptores: 2 regalos dentro.

No descuides los detalles técnicos: mantén entre 35–50 caracteres para que se vea bien en móviles, llena el preview text con contexto adicional, usa un remitente reconocible y segmenta por comportamiento para que el asunto hable al cliente correcto. A/B testea siempre dos versiones y mide apertura, clic y conversión — los números mandan.

Checklist rápido: elimina palabras de spam, añade una pizca de urgencia o curiosidad, personaliza cuando puedas, prueba emoji solo si encaja y revisa que el asunto refleje lo que hay dentro. Si lo haces bien, pasarás del bostezo al clic sin pedir permiso — y eso sí que merece celebrarlo.

Listas limpias, tasas de apertura altas: poda, segmenta y gana

Piensa en tu lista como una maceta: si no podas, las plantas se ahogan. Empieza por lo obvio: elimina hard bounces al vuelo, reintenta soft bounces y archiva cuentas sin actividad tras 90–180 días. Quitar suscriptores inactivos no es crueldad, es sentido común: una lista más pequeña pero comprometida mejora entregabilidad y sube tasas de apertura.

No desperdicies energía en quien ya no responde. Lanza una secuencia de re‑engagement de tres correos: un recordatorio amable, una oferta o contenido valioso y un último aviso tipo "¿nos quedamos o nos vamos?". Si no abren, dales las gracias y bórralos. Ese paso único puede multiplicar tus métricas sin magia, solo disciplina.

La segmentación es tu navaja suiza: divide por recencia, frecuencia, valor y preferencias. Usa etiquetas, contenido dinámico y líneas de asunto personalizadas para cada bloque. Prueba variantes con prueba A/B en asunto y remitente, y ajusta horario según comportamiento real; enviar a todos lo mismo es la receta para el olvido.

No olvides la higiene técnica: doble opt‑in, limpiar listas de spam traps, y mantener DKIM/SPF en orden. Programa poda trimestral, mide aperturas y CTRs, y festeja cuando suban: menos ruido, más resultados. Actúa hoy y tu bandeja de salida te lo agradecerá.

Automatiza sin sonar a robot: flujos que venden mientras duermes

Automatizar no es programar un robot que vomite promociones: es diseñar conversaciones que suenen humanas y relevantes. Piensa en cada flujo como una mini historia: un disparador que inicia el relato, mensajes con voz propia y decisiones condicionales que adaptan el rumbo. Si tus correos parecieran escritos por una persona, venderán; si parecen escritos por una factura, no.

Empieza por flujos sencillos pero poderosos: una serie de bienvenida que convierte curiosos en clientes, onboarding que reduce devoluciones, recordatorios de carrito abandonado que recuperan ventas y postcompra que fideliza. Configura tiempos inteligentes (primer correo en los primeros 10-30 minutos, seguimientos escalonados) y añade reglas para pausar envíos a contactos ya convertidos o inactivos.

La personalización es más que poner el nombre: usa bloques dinámicos con recomendaciones, variables basadas en comportamiento y contenido condicional según intereses. Cuida asunto y preheader como si fueran la puerta de entrada: prueba variantes, mide apertura y ajusta tono. Mantén la voz cercana, evita jerga robótica y escribe micro-CTAs claros y específicos.

Mide todo: open rate, CTR, conversión y revenue por envío. Haz experimentos pequeños y escala lo que funcione. Automatizar bien significa iterar hasta que cada flujo sea una máquina de pequeñas ventas que no necesita supervisión constante. Tú duermes, la bandeja trabaja y la marca sigue siendo humana.

Diseño móvil primero: simple, rápido y con un CTA claro

Piensa en el teléfono como la sala de estar del lector: pantalla pequeña, dedos impacientes y conexiones a veces malas. Si tu correo llega con columnas, fuentes diminutas y botones enanos, el suscriptor decide por ti. Diseñar móvil primero no es moda, es respeto: menos elementos, foco en lo útil y una jerarquía visual que guíe el dedo.

Hazlo simple y rápido: una sola columna, tipografía legible (16 px o más), imágenes optimizadas y CSS inline ligero. Evita menús complejos y gifs gigantes; cada kilobyte cuenta. Y recuerda el tamaño del botón: cajas amplias que acepten un pulgar torpe, contraste alto y texto claro, sin florituras.

Un CTA claro es no negociable: un solo objetivo por correo, con verbo directo y beneficio evidente. Colócalo visible sin hacer scroll, repítelo una vez al final y dale prioridad visual con color y espacio. Si ofreces varias acciones, jerarquiza: primario grande, secundario discreto.

Prueba rápido: A/B de colores, copia y posición; mide click to open y tiempo de toque. Si tu tasa de apertura sube pero los clics no, el problema es la experiencia móvil. Arregla eso y verás cómo los correos dejan de ser mensajes ignorados y vuelven a generar resultados.

Mide lo que mueve la aguja: de aperturas a ingresos por suscriptor

No confundas muchas aperturas con una campaña ganadora: las aperturas son el frío hola, no la venta. Si quieres que el email deje de ser un ejercicio de vanidad, mide desde la primera interacción hasta lo que realmente te importa: cuánto dinero aporta cada suscriptor y cómo cambia eso cuando segmentas, personalizas o cambias la oferta.

Hazlo simple: define el objetivo (venta, lead, upsell), asigna un valor monetario a esa acción y calcula ingresos por suscriptor en un periodo razonable. Y si te interesa probar canales pagados para acelerar pruebas, mira opciones como comprar YouTube impulso para traer tráfico de prueba rápido y validar asuntos o creativos más rápido.

  • 🚀 Aperturas: mide tasa y origen (inbox vs spam) para ver si tus asuntos funcionan.
  • 💥 Ingresos: atribuye ventas por campaña y calcula ingresos por suscriptor activo.
  • 👥 Retención: observa cuántos siguen comprando y cuánto tiempo conservan el valor.

Implementa cohortes: separa suscriptores por fecha, fuente y frecuencia de compra. Calcula el ingreso neto por cohorte en 30/60/90 días y compara con coste de captación. Automatiza etiquetas para saber qué oferta convierte mejor y usa tests A/B para sujetlines, remitente y contenido — no más intuiciones, solo pruebas con números.

Al final, crea un dashboard sencillo con aperturas, CTR, conversiones y ingresos por suscriptor. Si esos cuatro indicadores suben, tu email marketing funciona; si no, tienes datos para mejorar. Mide, itera y deja de tirar correos al vacío.

Aleksandr Dolgopolov, 23 November 2025