¿Sientes que tu feed impresiona en foto pero no convierte? Eso sucede cuando la estética choca con la realidad del cliente. Las marcas que necesitan lo crudo ya no buscan pulir cada píxel: quieren reconectar con personas que reconocen humanidad, errores y contexto en lugar de perfección inalcanzable.
Engagement en caída: likes y comentarios bajan pese a más posts. Comentarios con "se ve fake": la audiencia mismo te lo escribe. Conversiones bajas: tráfico que no compra o se va rápido de la web. Si reconoces dos o más, alarma: tu storytelling podría estar demasiado producido para la confianza que vendes.
Otras señales sutiles: el contenido orgánico se queda atrás frente a publicaciones improvisadas de empleados o clientes; las historias detrás del producto generan más preguntas que respuestas; los DMs piden "muéstrenlo real". Esos microindicadores dicen: deja actuar la cara humana de la marca.
Acciones prácticas y rápidas: publica una historia sin editar hoy, haz un live de 8 minutos donde respondas 3 preguntas incómodas, comparte un fallo de producción con foto del equipo arreglando el problema, pide a 3 clientes que suban su unboxing y resharea. Mide uplift: tiempo de visualización, comentarios auténticos y tasa de clics en 7 días.
No necesitas renunciar a la identidad visual: mezcla lo crudo con lo pensado. Si aplicas un experimento semanal y ves más conversación y confianza, acabaste de ganar la partida contra el scroll. Cambiar a crudo es una táctica con retorno medible; pruébala antes de invertir en más filtros.
Ser llamativo no es sinónimo de efectivo; es la combinación entre sorpresa y relevancia la que convierte. Un anuncio explosivo que no entiende a su audiencia puede conseguir miradas fugaces y ninguna acción. Por el contrario, una pieza creativa que golpea el punto de dolor o el deseo correcto se queda en la memoria y empuja al clic. La clave está en usar el brillo como herramienta, no como decorado.
¿Cuándo brilla? Cuando el hook es inmediato, el mensaje resuelve una necesidad clara y el formato respeta el canal: vertical para TikTok, visual para Instagram, más directo en Facebook. Prueba variaciones con audiencias pequeñas y mide microconversiones (guardados, comentarios, duración de visualización). Si la creatividad crea conversación o reduce el CPM manteniendo CTR alto, sigue; si solo sube impresiones sin acción, corta.
Regla práctica: lanza cinco variaciones, identifica la top 2 en métricas de acción y duplica presupuesto solo ahí. Si algo «quema» presupuesto sin entregar registros, leads o ventas, redirige ese gasto a formatos que prueban mejor ajuste público-mensaje. Brilla con intención y convertirás oro, no humo.
Si quieres que alguien recuerde tu marca, lo normal no basta: la rareza es la palanca que aparta el dedo del scroll y lo deja mirando. No se trata de ser extravagante por postureo, sino de diseñar señales inesperadas —una imagen que rompe reglas, una voz que no encaja en la categoría— que obliguen a frenar y sentir.
Cómo hacerlo: 1) limita la oferta: ediciones, drops o contenido que desaparece crean urgencia y conversación; 2) mezcla universos: cruza tonos (serio + absurdo) o productos (tech + retro) para generar curiosidad; 3) nichos extremos: habla con una tribu pequeña pero fanática; 4) rompe formatos: captions tipo microcuento, videos sin principio lógico o fotos con ángulos imposibles.
Acción inmediata: elige una pieza de contenido, añade un giro raro (un personaje inesperado, una regla visual rota o una promesa absurda) y publícala como prueba A/B. Mide interacciones, tiempo de reproducción y comentarios: la rareza rentable no es viralidad vacía, es engagement emocional que convierte curiosos en seguidores fieles.
Regla rápida: rara sí, incoherente no. Mantén tu ADN claro, pero exprésalo con un modismo, aroma narrativo o ritual propio. Prueba una idea rara esta semana, mide lo que cambia y repite lo replicable: lo distinto bien ejecutado vende y se queda en la cabeza.
Piensa en esto como un cuadrilátero creativo: 3 estilos (por ejemplo, crudo, llamativo y raro) vs 3 audiencias/formatos = 9 combates que vas a resolver en 7 días. La gracia del plan 3x3 es simple y brutal: probar muchas combinaciones rápido, descartar con criterio y coronar a un claro ganador antes de que la fatiga creativa y el presupuesto te jueguen en contra.
Primer paso: define la hipótesis y la métrica reina (CTR si buscas tráfico, CVR o compras si buscas ventas). Crea 3 versiones claras de tu idea (titular, visual, CTA) y prepara 3 segmentos o ubicaciones distintas. Divide el presupuesto por 9 al inicio para igualdad: así cada variante tiene su oportunidad real de brillar sin sesgos.
Día 1-3: lanza todo y busca señales tempranas —engagement, CTR y calidad de tráfico—, no te obsesiones con la significancia estadística aún. Día 4-5: elimina las 4 peores (las que quedan por debajo de la mediana) y reinyecta su presupuesto en las 5 mejores. Día 6: duelo directo entre las 3 finalistas. Día 7: ganador final en modo “push” para comprobar que escala.
Reglas rápidas: 1) Prioriza conversiones reales si las tienes; si no, usa micro-métricas como completado de vista o interacciones. 2) Si una versión tiene al menos 20–30% mejor rendimiento consistente, súbela. 3) Si ninguna destaca, itera: cambia solo un elemento para aprender qué mueve la aguja.
Al terminar tendrás no solo un ganador sino un mapa de aprendizaje: qué estilo funciona para qué público y por qué. Guarda las creatividades, etiqueta los resultados y convierte ese insight en la siguiente campaña. Acción recomendada: prepara hoy 3 conceptos, asigna 9 pruebas y lanza mañana —en 7 días sabrás quién merece la corona.
Los primeros tres segundos deciden si alguien se queda o sigue deslizando. Aquí no hay poesía: necesitas un gancho que conecte al instante con la emoción correcta. Según el público y la plataforma, el tono cambia, pero la regla es la misma: claridad, urgencia y una promesa tangible desde el primer latido.
Crudo: directo, sin filtros. Ideal para problemas urgentes o audiencias cansadas de vueltas. Ejemplos de apertura: «Esto te está costando dinero ahora mismo», «Si sigues haciendo esto, perderás clientes», «Deja de perder horas en tareas que un bot puede hacer». Consejo práctico: acompaña la frase con una imagen real o una cifra que respalde la afirmación.
Llamativo: explosivo y visual, perfecto para feeds saturados. Ejemplos de apertura: «Mira lo que pasa en 3 segundos», «Nunca viste un antes y después así», «Esto explotó en internet y no creerás por qué». Consejo práctico: combina el gancho con un ritmo rápido y un elemento visual que cambie en el segundo 2 para recalentar la atención.
Raro: desconcertante y memorable, funciona cuando quieres romper patrones. Ejemplos de apertura: «Mi cactus me pidió consejo sobre marketing», «El sonido que oyes no es humano», «Vendí mi primer curso usando solo emojis». Consejo práctico: mantén la coherencia: lo raro engancha, pero debe desembocar en un beneficio claro para no perder credibilidad.
Aleksandr Dolgopolov, 08 December 2025